Vivimos en la actualidad en un mundo interconectado. Un mundo donde la comunicación ha avanzado y alcanzado niveles que no imaginábamos. Un mundo donde podemos manejar proyectos de trabajos y formación académica desde nuestras casas por las facilidades que nos ofrece la red de internet. Cada día se hacen más simple o asequible estos medios interactivos de alcance masivo que nos ahorran gastos de distancias para ejecutar nuestra agenda diaria y nos ha facilitado nuestro quehacer diario. Sin embargo, aún con todo esto, seguimos viendo reportes del crecimiento de la depresión y otros males de la conducta que afectan a la humanidad. Según estudios recientes estos niveles en la humanidad han incrementado, y vemos en el mundo del entretenimiento como personalidades toman la decisión de quitarse la vida.
Esta realidad nos llama a reflexión y nos confronta frente a la necesidad de autoevaluarnos y analizar a profundidad que es LO QUE REALMENTE IMPORTA. No basta que contactemos a nuestros amigos y familiares a través de WhatsApp o a través de cualquier medio que tenemos actualmente, se hace necesario más bien, preocuparnos por tener un mayor acercamiento físico.
Los estudiosos de la conducta afirman que es vital para la convivencia humana las relaciones personales en un acercamiento físico, que podamos conversar cara a cara y vivir más de cerca los dolores y los éxitos de nuestros seres queridos (Familia, compañeros de trabajo, hermanos de la iglesia, entre otros). Es vital en esta generación prestar atención a esta recomendación y así poder enfocar nuestros esfuerzos en LO QUE REALMENTE IMPORTA.